Manifiesto
01. Las necesidades básicas
Respirar aire puro, nutrición sana y abrigo son las necesidades vitales que satisfacemos gracias a los elementos naturales que nos brinda el planeta Tierra. Elementos que están al alcance de la mano, sin embargo, organizamos un sistema social complejo en el que no todos respiran aire puro, se alimentan ni se abrigan. Ahondar en estas problemáticas es tarea de la Geografía.
02. Planeta sano, personas sanas.
A las necesidades vitales sumamos otras, cada vez más sofisticadas y le pedimos tanto al planeta que algunos recursos se terminaron. Entonces tomamos conciencia de la necesidad de cuidar lo que tenemos. En 1987, el llamado informe Brundtland, propuso el concepto de desarrollo sostenible que nos invita a satisfacer las necesidades presentes sin comprometer las futuras. Pero ¿qué necesidades?, ¿Cómo identificamos las necesidades válidas? ¿Cuántas generaciones futuras debemos considerar? Temas para reflexionar.
03. No queda más que viento
Podemos seguir en tiempo real el recorrido de un huracán, ver imágenes en vivo de la erupción de un volcán, un sismo, una inundación o cualquier otro fenómeno natural fascinante. Pero deja de serlo cuando afecta a la población. Algunos grupos se encuentran en zonas de riesgo, es decir dónde es posible la ocurrencia de estos fenómenos. Pero no afecta a todos sus miembros de la misma manera. Unos son más vulnerables que otros. Riesgo y vulnerabilidad son dos conceptos que explican cómo los fenómenos naturales aunque dejen tierra arrasada no arrasan a todos por igual.
04. La vuelta al mundo en 36 horas.
El primer vuelo en avión a principios del siglo XX, duró 11 segundos e hizo un recorrido de 40 metros. A partir de ese hecho el mundo se iría “achicando” gracias a los inventos de los emprendedores. Se crearon automóviles, aviones, las comunicaciones de radio, el telégrafo, el teléfono, el cable coaxial, la fibra óptica y la mini-computadora que llevamos en la mano. Mientras el mundo se “achica” y se agiliza la circulación se levantan: barreras , muros, vallas, obstáculos a la circulación de las personas. Y se pone así de manifiesto la desigualdad en los modos de vida de la población del mundo.
05. Somos únicos e irrepetibles.
Percibimos el espacio que habitamos con los sentidos: los sonidos, olores, gustos y texturas de un lugar constituye nuestra geografía. Construimos una mirada del mundo desde el punto que ocupamos. Todos estamos geo-referenciados, así como vemos el punto que se desplaza en la pantalla del teléfono mostrando nuestro recorrido es como construimos el mapa mental cargado de experiencias personales. Vivencias únicas que nos arraigan a un lugar de pertenencia. Pensar los lugares permite saber dónde estamos, y sobre todo: quienes somos.
Somos únicos e irrepetibles entre unos siete mil quinientos millones con quienes convivimos en una única vivienda que es la Tierra.
06.Nuestra huella en la Tierra
Se habla de la huella digital, la huella hídrica, la huella de carbono. Cada una importante en si misma. La primera será el reflejo de nuestro paso por el mundo virtual. La huella hídrica (HH), se refiere a toda el agua de la que nos apropiamos cuando producimos o consumimos algo. Por ejemplo, cuando tomamos una taza de café nos estamos tomando 140 litros de agua. La huella de carbono, es la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que aportamos a la atmósfera con nuestras acciones. Puede ser cuando encendemos el motor del auto o elegimos comer pescados noruegos o autóctonos.
¿Pensaste cuáles serán tus huellas?
07. Objetivos para el 2030
Sabemos que la felicidad no es un lugar al que debemos llegar, sino, más bien una construcción muy trabajosa que vamos haciendo cada día. Nuestras elecciones cotidianas nos permiten alcanzar momentos de felicidad que serán plenos sólo si logramos mejorar las condiciones de vida generales. La Organización de Naciones Unidas (ONU), nos propone objetivos muy ambiciosos a alcanzar en el 2030.
¡Allá vamos!